lunes, 24 de octubre de 2011

Soy un cobarde


Soy un cobarde,

pero me atrevo 
a decir

que no existe amistad 

más sincera 

que la nuestra.

domingo, 23 de octubre de 2011

Leo en voz alta


Me arrodillo en silencio y leo poesía.

Leo en voz alta, arrastrando las palabras para que suenen con cuidado,
y recito como el poeta excitado que cuenta su propia historia.

Amo la palabra y la vida entera debiera ser palabra escrita a mano.
Transformo la vida en palabras para resolver a medias mi propio descuidado,
mi propio abandono.

Me levanto y leo con más fuerza poesía, poesía, POESÍA,
y se acerca una tormenta y me dejo arrastrar por ella
y en mi memoria resuenan como ecos las estrofas de un poeta
que un día se atrevió a escribir lo que a mí me era esquivo.

Amo la poesía y la leo en voz alta
y así renuncio a la vida como es concebida.
Atravieso caminos desconocidos.
Dejo pasar el viento por mi ventana.

Avanzo un paso y no pienso en el siguiente;
avanzo al siguiente y no pienso en el que viene;
avanzo al que viene y me pierdo
y si me encuentro ya no sé si soy el que era entonces.

Bajo la mirada y leo las palabras de un desconocido,
y sus estrofas se quedan allí, inamovibles,
y se escapan de pronto dejando el rastro de lo inolvidable.

viernes, 14 de octubre de 2011

¡Ay, amor!


¡Ay, amor!
que se asoma
con descaro:
amor insolente,
que no pide permiso,
que no da las gracias,
que no ofrece disculpas.

¡Amor sin vergüenza!
que no exige explicaciones,
que no entiende compromisos,
que no limita con las fronteras
del olvido.

¡Amor atrevido!
Amor que no acepta condiciones,
ni advierte desengaños,
ni fidelidades,
ni comienzos,
ni finales.

¡Ay, amor sincero!
Prefieres amar así,
y si algún día amas
como aman los demás,
¡ay, amor humilde!
Yo voy a entender.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Tragicómico

Un día me cambiaron
como quien se cambia
de calzoncillos
y descubrí entonces
que nadie,
(ni un amor de seis primaveras),
Nadie es imprescindible:
gracias, gracias,
y no se moleste en ocultarlo.