domingo, 27 de noviembre de 2011

Soy en 57 palabras (...y no comprendo)


Soy olvido
Soy recuerdo
Soy palabra
Soy silencio
Soy respiro
Soy angustia
Soy demonio
Soy fantasma
Soy espanto
Soy reflejo
Soy delirio
Soy espejo
Soy impulso
Soy camino
Soy espacio
Soy arena
Soy disperso
Soy vacío
Soy nostalgia
Soy vigilia
Soy destiempo
Soy el todo
Soy la nada
Soy la risa
Soy el vuelo
Soy el viento
Soy el aire
Soy el grito
Soy imbécil
Soy el vicio
Soy el cielo
Soy memoria
Soy olvido
Soy recuerdo
Soy palabra
Soy silencio
Soy el todo
Soy la nada
Soy fracaso
Soy rechazo
Soy abrazo
Soy pregunta
Soy enfermo
Soy perdido
Soy encuentro
Soy locura
Soy aullido
Soy un grito
Soy exceso
Soy la sombra
Soy la duda
Soy mentira
Soy vergüenza
Soy un chiste
Soy cobarde
Soy sincero
y no  comprendo,
no lo siento,
no lo busco,
no lo encuentro
y no comprendo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Sobre lo que pienso

Lo único que me interesa de verdad es la lectura y la escritura, y detesto no poder ocuparme de ellas como yo quisiera. Me siento a escribir para detener el tiempo un par de minutos o lo que me tomen las palabras. El reloj avanza y las responsabilidades me preocupan y me atrapan por la garganta: me asfixian.

Pero yo me revelo y escribo. A mí no me viene eso de escribir a una hora determinada o a plazos fijos. Escribir es una necesidad que parte en el estómago y empieza subir, muy despacio, como una sensación urgente, ineludible, que no puedo dejar pasar, y que me aborda hasta ocuparme por completo, y que afortunadamente, yo no controlo. Eso es, más o menos, lo que pienso.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La "buena literatura"

Son las una y cuarto de la madrugada. Me acompaña un café bien cargado y el sonido único de la trompeta de Miles Davis. En la casa todos duermen. Mi pieza está a oscuras y la única luz proviene de la pantalla de mi computador, en el que escribo estas palabras. Cuando releo en voz alta, la música hace de fondo. Así da gusto escribir.

Estaba en el taller, como todos los lunes, y 
comentábamos uno de los libros del escritor uruguayo Mario Levrero, Dejen todo en mis manos. Surgió a partir de ahí una discusión motivadora en la que confluían distintas miradas acerca de lo que es para cada uno la "buena literatura"; a mi modo de ver, algo así como la que se nos hace imprescindible. 

Para algunos, el libro calzó en los "imprescindibles"; para otros quedó en la de los "inmemorables", esos que se olvidan a la vuelta de la esquina. Para mí -y esto fue lo que expresé en el taller- la literatura y el arte en general -y en particular el que me convoca, el que me interesa- lo valoro en la medida en que es capaz de provocar un cambio en mí lo suficientemente fuerte como para hacerme sentir distinto al que era hace un momento.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Esto que siento

Yo sé que esto que siento
no durará para siempre.
Pero lo sentiré con más fuerza
mientras esto que siento dure.
Y cuando esto que siento termine
diré que lo que sentí,
mientras duró,
fue tan intenso
que durará
para siempre
mientras lo recuerde.
Y que lo que sentí,
mientras duró,
tenía algún día que terminar,
porque todo lo que sentí
fue  un comienzo
y todo lo que empieza
tiene un fin.
Y cuando entonces
esto que siento lo olvide,
ya todo habrá acabado
y todo lo que sentí
habrá sido pasado.

martes, 1 de noviembre de 2011

Entonces escribo


Llega un momento 

en el que pido a gritos
que todo
se detenga
por un momento.
Pero fracaso.
Y entonces escribo.